domingo, 23 de junio de 2013

La digestión es la llave a otras dimensiones.

Los chamanes del antiguo méxico.

Ellos aseguraban que los seres humanos somos como un huevo luminoso, que realmente  estamos conformados por unas finas hebras de luz que nos  salen del abdomen, hacia todas direcciones y que todo y todos, estamos conectados de alguna forma. 

Cuando me iniciaba en ese mundo hará cosa de 20 años, no alcanzaba a comprender la magnitud del echo de que, más allá del cuerpo físico que todos damos por sentado, también poseemos un cuerpo espiritual, ése del que desconocemos práctica mente todo.

Los seres humanos somos como un gran aparato electrónico, que emite y recibe poderosas e intensas ondas energéticas.
A través del pensamiento y de cómo nos enfoquemos mentalmente en nuestros deseos o problemas, estaremos proyectando en mayor o menor intensidad un generoso caudal energético.
No parece descabellado pensar entonces que cada pequeño acto que hacemos, requiere de una cantidad de nuestra energía para llevarla a cabo. 

Desde que nos levantamos cada mañana, hasta que nos acostamos, estamos consumiendo valiosa energía vital.
Lo que yo considero muy interesante de los chamanes del antiguo méxico, era el echo de que ellos, al ser conscientes de la posibilidad de estudiarse a sí mismos, se dedicaban a experimentar y a buscar la forma de ahorrar energía.
Dependiendo del comportamiento que tuvieran, se daban cuenta de que podían percibir el mundo de otra forma.
Para ellos estaba de más, comportarse de forma  estúpida y hacer cosas como por ejemplo, mentir.

Y es qué, todo depende de como economicemos nuestra energía.

Ellos decían que un verdadero guerrero, era un cazador de energía y que la mejor y única forma de poderla ahorrar al máximo, era teniendo un comportamiento " impecable ".
Se esforzaban en hacer lo correcto de la manera más sencillamente posible para no desperdiciar ni una pizca de la preciosa luz.

Y viendo y observando nuestro comportamiento en las sociedades actuales, no es de extrañar la locura de mundo que hemos creado.   

La vida es éso que pasa, mientras piensas en otra cosa, decía Calderón de la Barca, y que razón tenía....
Al principio de mi escrito, mencioné, que estamos  compuestos de finos haces de luz y que parten del abdomen, pues bien,  el abdomen es el punto clave de todo.
Desde que somos concebidos, el vinculo de conexión con la madre es el cordón umbilical, y es qué en la barriga se recrea y se genera la vida y, curiosamente, también morimos antes de nuestra hora natural a causa de lo que por descuido o desconocimiento, le vamos causando a nuestro bajo vientre.
Y es que, de todo lo que podamos hacer en el día a día, el proceso de la digestión es, con gran diferencia, en lo que más energía se desperdicia.
 Ya en los tiempos de nuestro querido y locuelo hidalgo Don Quijote, él mismo, le decía a su fiel Sancho cuando lo veía comer,   -Come poco Sancho amigo, que el estómago es el despacho donde se fragua la salud...

Sencillas palabras de las que hacemos poco caso.

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