jueves, 12 de septiembre de 2013

De segunda o tercera, a gourmet.

Cómo transformar carne de segunda o tercera calidad, en ricas y saludables salsas para platos de pasta.

Ahora que están los tiempos tan apretados, tal vez nos veamos obligados a consumir carne de otras calidades a las acostumbradas, por eso les traigo un truquillo de mi propia cosecha.

Dichas carnes vienen con unas generosas raciones de conservantes,  tripas y una mezcla triturada de tendones, tripas " etc, etc, etc " que conviene 
observar.

Lo que hago es seleccionar a mi antojo culinario una serie de verduras que me ayuden a contra restar los efectos de los conservantes.
En ésta selección no pueden faltar el ajo en cantidades importantes, la cebolla y el perejil, que al margen del sabor actúa contra dichos subproductos.
Para la pasta, sólo utilizo tomate natural.

Lavo y troceo los ingredientes antes de pasarlos por la batidora.
Ya lo tengo preparado, sazonado a mi gusto,con orégano, aceite de oliva etc,  procuro no usar sal comercial. 
En tiendas especializadas encontraremos sazonadores más sanos y alternativos.
Después de triturar todo bien, observaremos cómo en la batidora se quedan los restos de la carne que no queremos bajo ningún concepto.

Personalmente después de quitar lo depositado en la batidora, repito la operación dos veces más.
Conviene saber que, de todo lo quitado a la carne, el 80 % se quedaría en nuestros intestinos. Lo cual no es nada bueno y es, en gran parte lo que los obstruye, dando lugar a toda suerte de enfermedades.

Dicho esto, solo queda echar en una sartén, lo que hemos triturado, y dejar que la casa se inunde del rico olor.

Los ingredientes usados irán en función de la cantidad de comensales y también en la intensidad de los sabores que más nos gusten.

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